El esperado otoño para los aficionados a la fotografía es una época especial.
Abandonamos los macros de flores e insectos en busca de hojas, setas, y frutos otoñales...y perseguimos los paisajes, ahora multicolores... y los suelos sembrados de hojas... y los turquesas de las aguas con los reflejos de nubes y árboles.
Todo cambia...los colores y la luz son diferentes.
Es una época que a mi me envuelve de nostalgias y me retorna a mis tiempos de lienzos y oleos, sólo que con renovados instrumentos.
Expléndido en los paisajes otoñales llenos ya de amarillos y rojos entremezclados aun con los verdes en los alrededores de Peralejos de las Truchas en Guadalajara y de Cuenca, en la Hoz de Beteta. Con el río Guadiela en el fondo y su paisaje de vegetación exuberante y enormes árboles encajonados entre acantilados habitados por las rapaces .
Romántico y melancólico en los atardeceres otoñales y con las redes de la Albufera ... Y en los amaneceres de nuestra costa mediterránea como el Grau Vell de Sagunt, pequeño núcleo de población de a penas una treintena de casas y una ermita a lo largo de una única calle. Antiguo puerto romano frecuentado ahora también por aficionados a la fotografía en busca de nocturnas y amaneceres.
He decidido juntar todos estos lugares para crear en esta entrada mi particular otoño tal y como yo lo he visto.
Se me viene a la cabeza que quizás el otoño en las personas llegue a ser como en la Naturaleza, por eso algunas personas ganan con el paso del tiempo y crecen y adquieren esa luz y ese esplendor para que las disfrutemos...
Por lo pronto, yo os dejo con el primero, que del otro, del sereno otoño que me brindan los amigos y mis seres queridos ya disfruto yo y espero seguir disfrutando por mucho tiempo.
Por lo pronto, yo os dejo con el primero, que del otro, del sereno otoño que me brindan los amigos y mis seres queridos ya disfruto yo y espero seguir disfrutando por mucho tiempo.
