La comarca de la Val d´Aran tiene una superficie de 620 km2 , una población de casi 8.000 habitantes y un total de 9 municipios con varios núcleos agregados.
Rodeada de montañas de casi 3.000 m de altitud.
Sus habitantes hablan el aranés, una variante de dialecto gascón, de la familia de la lengua occitana.
Su orientación hacia el norte, con una orografía de alto relieve y el clima atlántico del que disfruta, a pesar de estar en un país mediterráneo, proporcionan al Valle un índice de precipitaciones muy por encima de la media de otras regiones pirenaicas y de la Península ibérica, y hace que albergue ecosistemas con características especialmente buenas para algunas especies de gran interés, como el oso pardo.
El pueblecito de Bagergue, con tan sólo 60 habitantes, es el más alto del Valle de Arán.
Sus casas de arquitectura típicamente aranesa, callecitas empedradas y algunas casonas blasonadas, en Bagergue destaca la iglesia de San Félix, un templo románico del siglo XIII.
Diferentes variedades de musgos y helechos que requieren niveles muy altos de oxígeno y de calidad ambiental ponen de manifiesto el alto valor ecológico de los bosques araneses, y embellecen todavía más los impresionantes abetos (Abies alba), hallas (Fagus sylvatica) o carvallos (Quercus robur) que acompañan el interminable fluir de las aguas de los ríos del Valle.
El Parque de Fauna de la Val d’Aran está ubicado en un incomparable entorno de naturaleza salvaje, ideal para descubrir la fauna y la biodiversidad de alta montaña. Allí se pueden observar con tranquilidad osos, linces, nutrias, dos especies de lobos (blancos y grises) marmotas y ciervos, además de todos los ungulados de montaña en semi-libertad.
El Románico Aranés tiene su máxima representación en el conjunto de iglesias repartidas por todo el territorio. Aparece un siglo más tarde como continuación del románico catalán.
Lo primero que sorprende al recorrer el Valle de Arán es la gran cantidad de iglesias que hay. Cada pueblo, por pequeño que sea, tiene una.
Lo segundo que llama la atención es su buen estado de conservación. La explicación se debe a dos posibles causas: a) la situación estratégica del valle, que lo ha mantenido aislado durante siglos preservando su legado; b) la mayoría de iglesias fueron reconstruidas en siglos posteriores (gótico, barroco, renacentista).
El baile de Diablos es una de las tradiciones más arraigadas inicialmente en Catalunya, y posteriormente al País Valenciano y a las Islas Baleares. Actualmente, su participación en los pasacalles, en las procesiones y en los correfocs se han convertido en una parte esencial de las fiestas mayores de muchos pueblos y ciudades.
El origen de estos bailes es incierto, pero parece que deriva del teatro medieval de calle. La síntesis del baile de diablos es una representación teatral de la lucha del Bien contra el Mal.
Se trata de una manifestación festiva tradicional caracterizada por el lanzamiento de carretillas por grupos de "demonios"... y con la participación del drac (dragón) en algunos lugares y de la gente, principalmente los grupos de jóvenes, que los rodea bailando y saltando al son de los tambores, mientras les persiguen los diablos con los fuegos enganchados a un palo que hacen girar sobre sus cabezas a modo de paraguas.
El que yo os muestro en mis fotos es de Bossost a la Val d´Aran " Hèsta Major Bossòst 2015"
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